domingo, 10 de febrero de 2008

A mi barça le duele la cabeza


Ayer, como es habitual cuando juega mi equipo, el F.C. Barcelona, acudí a ver el encuentro al bar con unos amigos. El rival era el Sevilla F.C. y el partido prometía por lo menos ser estéticamente bonito.
Pero la verdad es que el barça hace tiempo se separó de la estética, debido al miedo de su entrenador de ver su propia cabeza rodando por el cesped del camp nou. Ha podido más el miedo y la necesidad de resultados al jugar bien, y claro, o tienes un equipo preparado para ganar jugando mal como Capello el año pasado, o no lo consigues.
En resumen, la primera parte fue un monólogo del Sevilla, que mereció llegar al descanso con una renta mayor, solo destacó en el barça la gran actuación de Valdés, un portero que se está mereciendo el premio de acudir a la Eurocopa de este verano aunque sea como tercer portero. En esta primera parte un centro raso por la banda izquierda y un claro error en el marcaje de Oleguer y Thuram provocaron el gol de Capel, curiosamente un antiguo canterano blaugrana.
Edmilson, que jugó de inicio y en el pivote defensivo, no demostró absolutamente nada, bueno si, demostró que no está para jugar a nivel competitivo en este equipo al igual que Oleguer y Thuram que también jugaron fatal. Edmilson si antes de su lesión era lento, ahora más, no corta ni un balon y encima no se ofrece para intentar sacar la pelota, Oleguer si no está físicamente al 100% es un jugador vulgar, y ayer se le merendó Capel, y Thuram está acostumbrado a defensas como la de Francia con Vieira y Makelele por delante o la de la Juventus excesivamente atrasada, y no sabe jugar con una linea adelantada, porque no es ni buen libre ni buen marcador, y ha perdido la velocidad que hace años le convertirían en uno de los mejores centrales del mundo.
En el descanso Rijkaard vuelve a tener miedo, no sabe que hacer, no lo entiende, la realidad es que es consciente de que su planteamiento ha sido inútil y que debe actuar de inmediato. La respuesta del mister es quitar a Thuram y Edmilson, meter a Ronaldinho y Márquez y cambiar del siempre utilizado 4-3-3 a un 4-2-3-1. Con el cambio el equipo retoma el control del balón y crea por lo menos llegadas, después de mucho tiempo intentándolo, una asistencia de Messi es introducida a gol por Xavi con un poco de ayuda de Palop, se empata el partido. El Sevilla recién había realizado un cambio táctico de corte defensivo, y el equipo se hunde, y de tal manera que Keita será expulsado por doble amarilla ante la impotencia de intentar parar a Messi. Con un hombre más y un equipo extraordinariamente ofensivo, el Barcelona no solo no consigue marcar, si no que no dá ni miedo, Ronnie, estrella una y otra vez las faltas contra la barrera y siendo esto una bonita metáfora de que realmente lo que se está chocando contra la barrera es el propio Ronnie que ya no es el que era.
A mi barça le duele la cabeza, ya no tiene ideas, no piensa solo actúa, y las brillantes victorias de hace dos o tres años ahora solo se consiguen con el corazón y no por la cabeza. Tengo 23 años y nunca he visto tantos buenos jugadores reunidos en un mismo equipo, y me duele ver como se desaprovecha la oportunidad de hacer algo grande, en algún lugar del camino el club se ha desviado de por donde debería seguir, en algún lugar del camino se ha escogido una dirección no recomendable, y esta dirección solo lleva a cortar la cabeza de Rijkaard, y hacer todos juntos una cura de humildad y una limpia buena en un vestuario acomodado.

1 comentario:

Ramón_Lozano dijo...

Os las prometíais felices durante años... y vuestro ciclo se acabó, como lo hizo el de Zidanes y Pavones, y ahora os toca hacer limpieza, reunir menos estrellas (habéis acabado cayendo en el mismo error que el Madrid) y nuevo entrenador al canto. Y tampoco estaría mal un nuevo presidente y equipo directivo, por ejemplo, Sandro Rosell. Aunq como madridista espero que os saltéis alguna de estas cosas para poder seguir disfrutando de triunfos en Cibeles.

Seré asiduo a tu blog.